
Los dos hombres detenidos a fines de agosto, acusados de haber iniciado el incendio de campos en Junín que terminó con la vida de dos hermanos de 13 y 14 años, fueron procesados por la Justicia, luego de que el juez que investiga la causa considerara que hay elementos suficientes como para responsabilizarlos por lo ocurrido.
Se trata de dos muchachos de quienes aún no han trascendido los nombres, pero que tienen 27 y 28 años de edad y viven en las cercanías de la calle Corvalán, al oeste de la ciudad de Junín, a poca distancia del sitio en donde se inició un incendio en la noche del viernes 14 de agosto que, avivado por el viento Zonda, ganó terreno hacia el este y llegó hasta el humilde rancho en donde estaban los hermanos Andrés Marinosi (13) y Jonathan González (14), quienes no pudieron escapar del fuego y murieron carbonizados.
Con el testimonio de algunos testigos y elementos probatorios secuestrados durante el allanamiento que terminó con la detención de los acusados, la Justicia entiende que hay indicios suficientes como para procesarlos por el artículo 186 del Código Penal, que castiga con prisión o reclusión de 8 a 25 años a quien cause la muerte de otra persona por provocar un incendio.
Mientras los jóvenes permanecen detenidos, su abogado ya apeló la decisión del juez de instrucción Ricardo Schulz y ahora deberá ser la Cámara del Crimen de San Martín la que decida la suerte de los sospechosos de iniciar el incendio.
"Esta gente habría iniciado el fuego en el campo con la idea de cazar conejos, pero el viento terminó transformando todo en un mortal incendio", dijo una fuente de la investigación.
Cabe recordar que el fatal incendio (uno de los seis que hubo esa noche en Junín avivados por culpa del Zonda) se produjo en un descampado ubicado frente al basural municipal y el viento, que desde la caída del sol soplaba embravecido, avivó las llamas de tal modo que ni siquiera los más de 30 animales que había en el corral de una precaria casa de la zona lograron escapar con vida.
"Fue incontrolable, llegamos a eso de las 10 de la noche con el papá de los niños y no había manera de arrimarnos", relató un oficial de la comisaría 19, y siguió: "El hombre se desesperó, salió corriendo hacia la casa incendiada y nosotros detrás de él, pero no se pudo hacer nada y terminamos sacando al papá, que se desmayó cerca del fuego".
Un rato después, en la madrugada, fue recuperado el cuerpo carbonizado de Andrés Marinosi (13) y recién a las 9 de la mañana del día siguiente, la policía encontró entre los escombros y las cenizas, los restos de su hermano mayor, Jonathan González (14).
No hay comentarios:
Publicar un comentario