Este fin de semana la policía del Este realizó dos detenciones con las que busca esclarecer el crimen de Ángela Hermoso (78), la mujer que en la noche del 20 de enero fue muerta a martillazos en el comedor de su casa, en el barrio Santa Rita, de Junín.
Se trata de dos muchachos de 18 y 15 años, que junto con otro pibe de 16 (detenido a las pocas horas del crimen) han quedado imputados por el homicidio y serán indagados esta semana por el juez de instrucción Ricardo Schulz.
"Los acusados se conocen, tienen algún grado de amistad entre ellos y todos vivían en el mismo barrio que la víctima", explicó una fuente del juzgado de instrucción, lo que confirmaría la hipótesis inicial de los investigadores, que especulan con que el desencadenante del crimen estuvo movilizado por el hecho de que doña Ángela habría reconocido a los intrusos que ingresaron en su casa.
La fuente judicial recordó además que el adolescente de 15 años detenido este viernes, es hijo de un policía y que ya estuvo relacionado con el caso en un comienzo, aunque luego quedó en libertad.
Como inicialmente los acusados eran menores de 18 años, el caso estuvo en manos de la justicia de menores, pero con la detención este sábado del muchacho de 18, el expediente pasó al juzgado del juez Schulz.
"La semana pasada hubo nuevos elementos que llevaron a la jueza de menores a ordenar las detenciones; en el caso del pibe de 18 años se trabajó a partir de un identikit y de datos que fueron aportados por algunos vecinos", dijeron desde el juzgado y recordaron que desde hace una semana, esperan los resultados de ADN sobre unas manchas de sangre encontradas en una remera que el pibe de 16 años tenía en su casa.
Cabe recordar que Ángela Hermoso murió en la noche del 20 de enero, entre las 21.30 y las 23; su cuerpo fue encontrado por un vecino y presentaba golpes de martillo en la cabeza y en el tórax.
Afortunadamente para la investigación, la mancha de sangre en la remera no es el único elemento que en estos momentos tiene la Justicia para intentar avanzar, ya que los peritos lograron recuperar de la escena del crimen, al menos dos huellas.
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